miércoles, 6 de junio de 2012

ALTERACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL


ALTERACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL



La columna vertebral está formada por 33 vértebras repartidas de la siguiente manera: 7 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 sacras y el resto formando el coxis. Vista de perfil la columna presenta una serie de curvaturas fisiológicas, mientras que a nivel cervical y lumbar presenta una concavidad posterior, a nivel dorsal y pélvico presenta una concavidad anterior.
Los dolores de espalda son muy frecuentes en nuestra sociedad, la mayoría de las veces se deben a causas musculares, pero en ocasiones pueden ser consecuencia de alguna alteración de la columna vertebral o raquis.
La columna vertebral está constituida por una serie de piezas -vértebras-, unidas entre sí por articulaciones. Junto a los músculos y ligamentos permite la posición erecta del individuo.
Las vértebras están formadas por un cuerpo cilíndrico, dos salientes o espolones, situados a los lados (apófisis transversas); otro, aislado, en la parte posterior, que puede ser palpado a través de la piel (apófisis espinosa), y el denominado arco vertebral. En el espacio comprendido entre éste y la parte posterior del cuerpo vertebral penetra la médula espinal - la prolongación del cerebro- y, a modo de cordón central, se ramifica en una serie de nervios que, saliendo por unos orificios situados entre las vértebras, se distribuyen por las diferentes partes del cuerpo.
La columna vertebral, de unos 73 cm. de larga, en el adulto, está formada por 33 ó 34 vértebras, según los individuos. Para su estudio se divide en cuatro partes: cervical, torácica, lumbar y pélvica, constituida ésta por los huesos sacro y coxis.
En el individuo normal la columna vertebral no es rígida ni rectilínea, pues muestra una serie de curvaturas flexibles situadas a diferentes niveles. En el cuello y región lumbar se incurva ligeramente hacia adelante (lordosis) y en la columna torácica, hacia atrás (cifosis).
Rara es la persona que, en el transcurso de su vida, no haya experimentado molestias más o menos intensas en la columna vertebral. La falta de movimiento, el tiempo excesivo que el hombre moderno permanece al volante, o sentado en su lugar de trabajo, han aumentado la frecuencia de afecciones en estos últimos tiempos considerablemente. El hombre civilizado busca cada día más comodidad, tanto en su trabajo como en su transporte, sin considerar que músculos y articulaciones necesitan, para mantenerse activos, un entrenamiento diario.
Incluso antes del nacimiento la carencia de proteínas y de vitamina D puede originar una osificación deficiente de la columna y, posteriormente, graves deformaciones. Las profesiones que requieren a sus practicantes estar largo tiempo sentado -telefonistas, mecanógrafas, conductores, administrativos- predisponen a este tipo de afecciones, ya que dan lugar a una fatiga muscular y articular y, al flaquear el medio de sostén, las vértebras se vencen. Para evitar esa fatiga, ha de tenerse especial cuidado en mantener una postura correcta al andar, cuando se está sentado e incluso en la cama. Otros factores importantes son una alimentación adecuada, ejercicios gimnásticos diarios, caminar frecuentemente y, por lo menos en los meses de verano, practicar la natación, uno de los deportes más eficaces para mantener el tono muscular y la flexibilidad, no sólo de la columna vertebral, sino de todo el cuerpo. Como el hombre permanece gran parte de su vida en la cama (una tercera parte), ésta deberá ser cómoda y adecuadamente construida para soportar durante horas el cuerpo humano, permitiendo adoptar posturas que no supongan esfuerzo para la columna vertebral.

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